Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que
os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña
os aconteciese,
sino gozaos por cuanto sois participantes de los
padecimientos de Cristo, para que también en la
revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.
Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois
bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios
reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno;
pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen el evangelio de Dios?
Y:
Si el justo con dificultad se salva.
¿En donde aparecerá el impío y el pecador?
De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel y Creador, y hagan el bien.
1PEDRO 4:12,13,14,15,16,17,18,19