Apenas aparecio la luz
me di cuenta de tu ausencia,
tus ojos buscaron los mios,
mis labios de tu presencia;
ese corto momento, vacio,
donde no habia luz
encontraron tus ojos los mios,
y mis labios una penitencia;
buscaba en un beso, tenerte,
y llevarte hasta mi altar,
mi almohada recibio tu cabeza,
mis sabanas te abrazaron;
mi mirada desnudaba tu cuerpo,
tus labios mojaban el mio,
en el momento hubo luz y olor a atardecer,
que invadio todo tu cuerpo,
cuando penetrado por la noche
no quizo escuchar el mio'
susurrando un verso de Manzanero:
Mia, aunque con otro compartas la noche;
la estrella del alba se dejaba ver,
era un verso mananero.
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