AÚN SIGO VIVO

En cada golpe que recibo sin esperar,

Quedo con el corazón comprometido,

Me quedo implorando, por un suspiro,

Que me permita saber que estoy vivo.

Las pérdidas me aturden, me matan,

Cuando son violentas e inesperadas ,

Me confunden igual...

Que el metal se confunde con el imán

Y tirita entero ante esa fuerza oscura,

Porque no se de que lugar proviene.

Después del golpe que recibí ¡quedé!

En el límite de la vida en donde nadie,

Más que yo, se encontró cara a cara,

Con el sufrimiento o con la desdicha.

Son esas cosas que pasan y que no

Las presientes, 

Esos golpes que te aturden o matan,

En vida te matan y

Es la tristeza tan profunda e intensa,

Que te arrebata el espíritu y el habla,

Que el tiempo se congela, se detiene,

Que la vida toma una pausa ¡no gira!,

Como a un ave que le cortan las alas,

Quedas en el limbo ¡quedas inhibido!,

Sin poder continuar el sueño escrito.

Tomas conciencia que la angustia,

Fluye desde el centro de tu pecho,

Te aniquila...

Él autoestima se te cae a pedazos,

Caes en un pozo negro “sin fondo”.

La depresión ¡otro barril sin fondo!,

Es como caer al agua con un peso,

Que arrastra hacia la profundidad:

Tu fe, tu motivación, tu entusiasmo.

Quedas vulnerable a enfermedades,

Tus defensas caen a nivel peligroso,

Tu cerebro estalla y tus ojos llorosos 

Dan fe,

De que tu vida se apaga en tu cama.

Pero en ese momento de lucidez ves,

La luz que ilumina, sabes que sigues,

¡¡¡Aún estás vivo!!! y

Aunque cada respiro tiene un precio,

Luchas por regresar, por seguir vivo.

Al salir del estado de inconsciencia,

Respiras profundo y vuelves a estar,

Sin que te des por derrotado sigues,

Intentando devolverte a tus objetivos,

Intentas recuperar el sentido porque,

Estando vivo siempre hay posibilidad,

De volver a la vida, pese a lo incierto,

Estando vivo sabes que lo malo pasa,

Tarde o temprano se va y aprendes,

Lo que un momento feliz no te dará 

¡¡Jamás!!

Vuelves más fuerte, en equilibrio y

Aprendes a aceptar la vida tal cual,

Nada dura para siempre por eso, 

A nada nos tenemos que apegar,

“Porque en el momento del adiós”,

Nada de acá nos podremos llevar

Y donde hay un final hay un inicio.

Apegarse es sufrir ¡es morir vivo!,

Terrible sufrimiento morir en vida,

Por eso..

Dejar la herida que sangre, sanar,

Aférrate a la vida, después verás

Que el sol sigue saliendo cada día,

Que los cambios “son para mejor”

Aunque el momento sea de dolor y

De angustia e incertidumbre sin fin.

Di: aún puedo porque aún sigo vivo

Y estando vivo todo puede suceder.

Fuerza, poder, todo depende de uno,

Quedarse caído, morir o seguir vivo

Y amigos: no digan tantas huevadas 

Su presencia y un abrazo ¡nos basta!

Para salir del trance que se ha caído 

Y gracias a tu abrazo puedo decirte:

Aún sigo vivo...

Y cómo Facundo Cabral puedo decir 

No soy de aquí, tampoco soy de allá,

Soy de ti padre...

Porque estando contigo sigo parado, 

Nada me aturde, nada me atemoriza

Nada me arrebata de esta larga vida.