Para muchos, esta vida
es una fábrica de sueños:
la gente vive dormida,
sufriendo sus circunstancias,
bebiendo sus propias ansias
y buscando algún consuelo
en un frenético soñar.
Sueña el niño en ser adulto
y la niña en ser mamá,
la mamá: su sueño oculto
es que no crezcan jamás;
así, pequeños, son lindos
y los podría conservar,
para siempre, a su cuidado.
Sueña en ser jefe, el empleado,
y así, ganar mucho más;
y sueña el enamorado
en que su amor no sea ignorado
por la que él quiere amar.
Sueña la novia en la boda
mientras se viste a la moda,
con elegancia sin par;
sueña su madre en llegar
muy orgullosa a la iglesia,
su hija se debe casar:
es a la que más aprecia.
Sueña, inquieto, el estudiante
con ser un profesionista,
y ya sueña el periodista
en el premio que va a ganar
por su genial reportaje;
sueña llegar, el artista,
con la mirada optimista,
a ser un gran personaje.
Todos sueñan otra vida
y evaden su realidad;
es muy hermoso soñar,
pero rehuir la verdad
es una causa perdida,
soñando se va la vida
sin ser nunca comprendida,
y no la sienten pasar.-