Veo que eres un crisol de palabras,
Palabras que enmudecen a quien las destinas,
Pero en mi provocan brillo en mis retinas,
Que dulce veo y leo tu necesidad de amar.
Y ser amada;
Que triste imagino el no poder estar,
A tú lado, para amarte en el espacio más íntimo,
El de los amantes.
Se que los tórridos días opacan las noches,
Esas noches llenas de estrellas en las que te veo,
Ante tus palabras quisiera abrazarte,
Inclinarme asta tus pies y ser solo uno,
Enclaustrado en tú alma sin salir de ella,
Y vivir la experiencia única,
De acariciar tú corazón,
Y navegar en tú cuerpo haciéndote el amor,
En un eterno tiempo,
Hasta agotar tus deseos,
Y que clames perdón,
Por el tiempo que pasó sin conocernos.