BANDERAS

Agitó la tela en el aire,

se sentía muy importante…

Ya no quedan misivas mensajeras

en la mortífera agonía de sanas perspectivas

hundidas en el silencio absoluto.

Prevalece la cólera de piedras lanzadas

que, agresivas, rompen las cuerdas

de todos los instrumentos.

Los mismos perros y los mismos collares,

las mismas tumbas, los mismos muertos

se alimentan de egocéntricas banderas

que a la insidiosa desidia representan,

sus mástiles de agresivos espantapájaros

a las pájaros del libre albedrío ahuyentan.

Quemó la tela en el fuego

bajo sus pies, se sentía victorioso…

Las banderas, agravios y ofensas

que a los pueblos enfrentan.

Las banderas, insignificantes trapos

que mueven el aire de las discordias.

Bandera quieta o bandera que ondea

defienden la idiosincrasia de la panacea.

Provocan febriles subidas,

abundantes gritos desenfrenados

en apasionados Estados,

desbordando la apreciada serenidad.

A veces intentan mostrar su supremacía

subyugadora las unas a las otras

sobre los inevitables regueros de sangre

que avivan sus odiosas guerras.

Plegaron la tela con sentido dolor

y la colocaron sobre su féretro,

Se sentía…