Besandonos en la plaza

Noches ....., si noches de invierno .

esas frias noches , de gelido viento

sobre nuestros cuerpos.

El vapor que se escapaba de nuestra boca ,

dejaba entre ver ese calor interno ,

de emanaba desde nuestras propias entrañas.

La plaza , solitaria , recibia toda la helada ,

que la gran luna llena esparcia 

sobre nuestros cuerpos ,entrelazados ,

sentados , sobre aquel banco de marmol gris ,

fundidos en un eterno beso lingual ,

realizando el inventario , 

de totas sus piezas dentarias.

EL viejo reloj de la iglesia , 

comunica que ha expirado el tiempo,

cual cenicienta debe volver .

Un ultimo beso de despedida , 

en la puerta de su casa.

Para regresar camiando ,

con una ereccion entre las piernas ,

que no se amedrentaba por el frio. 

Usar algun arbol como mingitorio 

es una gran ayuda a la madrugada,

para evacuar una vejiga abultada.