Sella mi pacto contigo.
Hunde tus pasiones morenas,
por el arco de mi boca,
derrámate como un mar
por las salobres galerías de mis dichas, llega
como una fugitiva, como aquella
al que imprimen en la frente de improviso
el impacto quemante de tu cuerpo,
como quien no puede esconder más bajo el abrigo
y está el amor que se ensalmó por mis arterias,
invadiendo con gracia, los átomos de mi sangre.
Mujer Mía: asómate a mi carne, al laberinto
marino de mi entraña,
y conserva con beatitud y con arrobo manifestante,
a este hijo mío, que conllevas en tu vientre,
urdido por el cruce de fuego de dos sexos.
Por él he de partir en dos mi corazón
y calzar en su destino, la dicha de la paternidad.
Mujer mía: coloca en su cabeza de la altura de un ave
el techo de tu mano. No abandones jamás
a este cachorro de hombre que te mira
desde el sueño plateado de su tarro de luna.
Coloca, con levedad silvestre, tu beso inaugural
en sus costillas de barquito de nuez. No lo abandones,
es tu corazón mío, fruto de preeminencias.
Donde adquiere la benignidad de mi mundo.
Mujer mía: acoge a esta criatura
que velaremos por él, con íntima fraternidad.
Y que la gloria de nuestro Dios, consagre
La complacencia de ser por vez primera: Padres.
Te esperamos Hijo mío….
La dicha de ser Padre..
Azzazinz
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