Aun sigo llamando vida a este manojo de recuerdos,
A esta sarta de tristezas y melancolías que surgen cuando no te tengo,
Aun sigo bebiendo de este aire cargado del olor de tu cuerpo,
Y por mi piel marchita se siguen deslizando retazos de tus dedos,
Por esa piel, por esa misma piel que se marchito desde que no te tengo,
Si pudiera retroceder el tiempo, y revivir tu presencia en mi cama,
Encontrar el carmín de tus besos en mi almohada,
Desempolvar mis sueños y mirar al mar abrazado a tu alma,
Pero no es posible retroceder el tiempo, y el dolor de tu ausencia me cala hasta los huesos.
Y yo aun sigo llamando vida a mis tristezas y no se porque lo hago,
Tal ves porque al llamarla vida tan bien le doy vida a la esperanza,
Y comienza a cobrar sentido este amor maravilloso que anidaste en mi pecho,
Y que aunque no estés, como esto que hoy llamo vida, seguirá viviendo.