En la gran travesía,de recuerdos,gozos e ilusiones,
Llega tu alcance,como un céfiro que inclina su figura,
Calmando la calidez que convergen la demanda y la premura,
Enfilando en tus pisadas,en tus señas e impresiones.
Tu imagen rondaba, cual vigìa alerta en su mirada,
Estabas allí,en el recuedo de un encanto que navega,
Bajo mi manta,en mi alma, en mi soñar que cega,
Entre las penumbras o surcando un claro de alborada.
Arropaste tiernamente, con borrascas de caricias,
Donde somos dueños de placeres,de fusión,de frenesí,
Donde somos dos, somos memorias que se avivan.
Y asi fluye nuestra fuente, engrosando las delicias,
con ese gozo infinito,que dan tus labios carmesí,
Que son núcleo y encaje,que son coros que salivan.