No le temo al tiempo,
Sino a como lo he vivido,
Tanto tiempo dormido,
Sin saber de tú existencia,
Espero exista paciencia,
Que me haga comprender,
Que no fue culpa de ti mujer,
Simplemente el destino,
Que no cruzó nuestro camino,
Antes del atardecer,
Pero como aún estamos vivos,
Te propongo un trato,
Quizás raro te resulte,
Pero la mente es poderosa,
Cuando se quiere una cosa,
De verdad lo digo,
Esta se obtiene por la fuerza,
De la voluntad que no se tuerza,
Y se mantenga decidida,
Hoy te he conocido,
Gracias a tu gentileza,
Y ante tanta belleza,
Me encuentro rendido,
Por ello yo te digo,
Y acá va mi trato,
Con tu foto haré un retrato,
Así estarás conmigo,
Tú has lo mismo con mi foto,
Y al arrimarte a verla,
Escucharas mis latidos.