(en internet por : Rosmira 13-10-2009)
Aunque hablara la lengua de los hombres y de los ángeles,
si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia;
aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas,
si no tengo amor, nada soy.
Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas,
si no tengo amor, nada me aprovecha.
El amor es paciente, es servicial;
el amor no es envidioso, no es jactancioso,
no se engríe; es decoroso; no busca su interés;
no se irrita; no toma en cuenta el mal;
no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad.
Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
Ahora subsisten la fe, la esperanza y el amor, esas tres.
Pero la mayor de todas es el amor.
San Pablo, 1 de Corintios, 13, 1-7, 12-13