Sigo las huellas
de tus dulces pasos
encuentro en el mar
anclada mi barca.
mis pies abisales
abiertos al mundo,
besan con ternura
la arena de la playa.
Una caracola,
tímida ,intrigante
guiñe sus ojos
de eterna madera..
Una estrella de mar
me habla de tus besos
de tu dulce ternura...
Y un alga coqueta
como parodeando
mis pies en el agua
se mueve ya inquieta
diciendo quedito
lo tienes en tu alma.
Vuelvo a sonreir
cuando contemplo
una nubecita
tímida y viajera;
asirme a su lomo
viajar por do quiera
llegar hasta tu casa
en sutil carrera.
Atravezando bosques,
jardines y patios
oliendo las flores,
surcando las aguas,
volando despacio
al lado del águila,
del ruiseñor,
de la gaviota viajera.
Cuando despiertes
cansado del trabajo,
dolido de las penas
encuentres en tu almohada
un beso escondido,
una flor y una quimera....