Madre única, ejemplo de valor y entereza,
¡Siempre estás en nuestros corazones!
Tu presencia colma todas las expectativas de la vida,
te asemejas a un roble por tu inmensa fortaleza,
de espíritu jovial, prodigando amor por doquier:
ya sea con un abrazo, una palabra,
o esa mirada tan tierna que disolvías
los problemas verdaderos o aparentes.
Además, tu dulce y melodiosa voz,
canturreando , con esa habilidad que tenías ,
para entonar bellas e inigualables canciones.
Aún hoy vibran en las paredes de la casona
tus notas musicales, como trinos de aves,
que invaden mi alma y me cubren de júbilo.
Mamá: vives siempre en mi corazón
y tu compañía me envuelve,
en un manto de rosas y jazmines. Mecha Foderé