De perder el miedo a quedarse en ruina,
de tapar esquinas para buscar un cuarto...
De amar la fortuna en estado humilde
que aunque poco tenga se conforma, existe...
Agitó su cuerpo de capas sensibles, del arpa
que suena de un corazón extensible...
El chicle de sueño estalló en infarto
y el perder el miedo fue morir callado....
De los humores venideros...
Piensa el corazón en mi cabeza
que extienda las manos, que el mundo comprende...
que el trecho malvado que es ancla de pecho
que crea una sombra para que haya acecho...
El alma que existe nunca cede al miedo
ni pensar que el tiempo es futuro estrecho...
El corazón de la razón es la raíz de cabeza...
...la rima superflua que vibra al espacio
de un agujero profundo eterno y despacio...
mi diez plumitas