Tu alma me inquieta,
tu corazón se tropieza,
y mis manos tiemblan,
de la sorpresa que provoca,
este encuentro ta cercano,
que mis pies distraidos,
quieren seguir el camino,
y mi mente se disfraza,
para no encontrar tu mirada,
otra vez es la locura,
la montaña que me invade,
que mi pasión evoca,
al descubrir semejante tesoro,
el amor escondido en esos ojos,
sin razón, sin pensamiento,
solo quiero yo tenerlos,
que sean míos aunque sea un instante,
y en esos brazos caer,
con una tímida sorpresa,
de los labios beber,
tu maravillosa prueba,
que es el amor,
en las montañas,
el amor perdido en mi alma...