Los mejores mementos de la vida es la niñez,
sin importar la cuna en que pertenezca,
solo el momento es la gloria,
las demás son esperanzas,
nada tiene nombre,
no importa la posición social en qué se pertenece,
este tiempo es mágico sin incertidumbre ninguna,
solo pasan los días sin trascendencia alguna.
Los recuerdos de puericia,
son como memoria pura y sagrada,
sin ambiciones que perturbe
los días felices de la corta existencia.
Disfrutando de la naturaleza en plenitud,
la alegría de la infancia es la única gloria
en compañía de los padres,
hermanos y amistades improvisadas.
Las primeras obligaciones son;
el inicio de la inserción a la sociedad,
tareas escolares,
así empieza se adentra en la problemática de la vida,
la especialización en alguna área es esencial,
al contrario no habrá cabida es la vida de hoy.
Surge cambio en cada individuo
y ya no es la total felicidad.
¿De qué sirve la inteligencia sin perseverancia?
El ser humano,
o sea la persona debe ser perseverante.
Si pasara así, sin pena ni responsabilidades
¡Con qué anhelo se esperaría el mañana…?
El señor de los fierros (Copyright © 2012 - Todos los derechos reservados.)