Nada tan deseable
Como no ser nada.
Como no ser nadie.
Para ser de todos
Aprende a ser antes
Sólo de Dios sólo. Fama e intimidad,
No son conciliables:
Tendrás, pues, que optar.
Yo he optado ya:
Jamás seré un Esclavo
De Los Demás.
Busquen Otros la Fama
Y guerreen entre ellos
Por alcanzarla.
Busquen Otros la Fama
Que Yo no la persigo.
Me quedo en Casa.
Gozando de la Paz,
Que, para estar en paz,
Firmé conmigo.
Si vienen a buscarme
Me escondo y huyo
Que en la Soledad tengo
A mi mejor Refugio.
A Los Míos conozco.
Me conocen Los Míos.
Soy feliz con tan poco.
Nada, nada ambiciono:
¡Que ambicionen Los Otros!.
Con lo poco que tengo,
Yo me conformo.
Unos pocos Amigos
Y algunos Enemigos.
Y, sobre todo,
A Dios, que está en Los Cielos.
Y que me guarda.
Sólo eso tengo.
Nada más quiero.
Nada echo en falta.
Con Dios, me basta.
Yo no busco la Fama.
Busco la Santidad.
Para alcanzarla
No preciso Dinero.
Sí mucha Gracia.
Y como nada tengo
Dios que lo tiene todo
Y que es tan Bueno,
Me la regala.
Vivir es esperar.
Hacer el Bien. Ser Bueno.
Dar y buscar la Paz.
Y si esto hacemos,
Dios Mismo será el Premio
Que por haberlo hecho
Mereceremos.
Y de sus Mismas Manos,
Recibiremos,
El día que muramos
Y que nos lleve al Cielo
Junto a El y sus Santos.