Me alumbrabas la mañana, el día, destellando mi corazón con tu amor, con los besos suaves de tu boca enjugabas mis lágrimas. Haciéndome sentir toda tuya en el brillo de tu pecho, derritiendome en tus besos con una palabra de consuelo, destellabas con tu luz una cálida armonía. Eres mi sol, el que irradias con tu amor versos de locura, y la pasión que arde entre los dos con el sabor que con tu dulce paciencia, eres mi buena compañía. Haciéndome crecer, tus rayos me entregan tu energía, para darte una sonrisa en tu cálido rostro sol mío, en un lindo atardecer, con el sabor de tus labios iluminas mi interior, ahogándome en tus brazos haciéndome mujer, mientras alumbrabas mis ojos y mis labios que sonreirían.