Te amé con fuerza, con todo mi coraje,
rompiendo las barreras del destino,
transité por insípidos caminos,
para ser de tu viaje el equipaje.
Eras parte de mi en cada instante.
Mis pupilas estaban tan absortas
en tu cuerpo, tan locas por tu boca,
que moría tan solo por mirarte.
Te amé con ese amor incalculable,
repleto de ilusiones y de antojos.
Quise quedar prendida de tus ojos
para que nunca pudieras olvidarme.
Fue un amor tan distinto, alucinante,
tan henchido de sueños y de glorias,
pero te fuiste solo, sin mi historia,
y por más que te amé, !Tu no me amaste!