Detrás de cada emisario,
que tus vientos me detallan,
el amor transpira
sus gotas de balada,
otoñal presagio
devenir que calla
persuación inmensa
de gritar callada,
entonces la piadosa
intersección hallada,
diagonal de fuego
boulevar de encaje,
el otro aditamento
la postura incoada
los versos que me debes
y los otros que te traje,
y el lucero
intenpestuoso
de transumantes
pasarelas,
el continente óseo
mis dedos y tus ojos,
la llama de este cuarto
con sabor a lentejuelas...
y allí en la
incipiente
razón de algún
pregrinaje...
donde el sueño
tiene en mente
los versos que me debes
y los otros que te traje.
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.