Soy espuma, transitoria, sensorial, sensitiva,
soy como una enredadera
pierde fuerza con el frío invernal,
y entonces, espuma o madreselva,
me desvanezco territorialmente,
como el cuerpo cuando muere,
me asilo en cada pozo
de humedades letales.
Soy mendigo de amor,
ilusionista de piedades
poeta de pasiones
imposibles,
y así, ilusionista o poeta,
adquiero jerarquías innecesarias,
producto del afán
de caricias y ternuras.
Soy alquimista,
torpe, en desuso, filántropo,
como el choque de aquellas
espumas sobre las rocas
oradadas de un mar de melancolías,
y entonces, alquimista,
madrugo en desafíos
de costosas percepciones
para el alma.
Soy vagabundo aterrado
de no fijar domicilios
en donde las ausencias
me devoran a cada rato!