Cuando bebo del recuerdo
resplandece el sol
en mi pequeña vida
para llenar mis versos.
Cuando alienta mi corazón
aquel suspiro de amor,
bordado en un sueño
desvanecido ahora el tiempo.
Cada vez que lo pienso
sonríe mi alma presumida,
aquel cariño de niña,
aquellos aromas de incienso.
El baile de mis Romeos,
miradas traviesas
que se llevó el viento,
besos robados
que rozaban el cielo.
Aquellos bonitos años,
la brisa del mar
siempre en mis paseos,
el regalo de ser la Julieta
de aquel que me quería.
Dulces como la miel
mis enamoradas melodías,
mi alma pegada a los sueños,
y el mar de aquella fantasía.
Fue magia todo aquello,
ese sentir casi olvidado
es la frescura de una vida. campanilla