Llega tarde la primavera,
henchida de colores,
brotes nuevos y verdes hojas.
Atrás quedó el invierno,
cubriendo como tundra
la hojarasca del otoño
y nuestro amor sigue firme.
Seré ese ascua en tu frío,
Impermeable que te cobije,
Tan solo dejaremos que nos cale,
Los años de anhelo y deseo.
Seré esa amapola roja,
que siempre besa tus besos,
un ramo de rosas rojas,
depositadas en tu regazo.
Cuando el sol dore la arena,
juntos miraremos las estrellas
y abrazados nos amaremos,
sin distancias ni tiempos.
Mójate de mi, mójate entero,
yo secaré cada poro de tu piel,
cubriéndote con mis labios,
marcándote beso a beso.