Esposas y compañeras
Heroínas deslumbrantes
Amigas y acompañantes
Amantes, plenas, sinceras
Madres dulces, hechiceras
Que nos dieron fe y aliento
En alegría o sufrimiento
Aliadas en la miseria
Enfermeras en la histeria
¡Merecen un monumento!.
Esposas de jubilados
Que mil años compartieron
Y de regalo nos dieron
Los hijos tan anhelados
Rostros siempre contemplados
Con alguna indiferencia
Son ejemplo de decencia
Pilares de nuestro hogar
Aquí en solidaridad
Son amadas a conciencia.
El lonche bien calientito
La ropa buena, en domingo,
Bien planchada pa que el pingo
Con otra pegara el grito
Hoy vieja, ¡Te necesito!
Y por ser Día de las Madres
Ahora sí somos padres
Todavía más cumplidores
Sin resabios, sin rencores
Sin gritos y sin alardes.
Atrás quedaron los días,
Que te quise a mi manera
Cuando siendo un calavera
Pese a todo me querías
Hoy son más las alegrías
La gratitud y el cariño
Porque vuelvo a ser un niño
Que te respeta y te adora
Esposa mía, gran señora
¡Lucero de mi destino!.
Poza Rica, Ver., 10 de Mayo de 2010.
Antonio Reyes Patiño
Periodista pozarricense.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!