Cuatro "Candelas"
bajan la sierra,
en volandas del viento
sus capas negras.
Les guía la Luna
fiel compañera,
perfilando senderos
entre tinieblas.
Relinchos de fuego
rompen en leguas,
los cotos callados
de la roqueda.
En el camino
de Villanueva
un réquiem de muerte
suena.
Cuatro bandoleros
en cuatro yegüas;
cuatro almas perdidas,
cuatro candelas...
Navajas dormidas
en fajas rondeñas
y borlas de cuero
en sus perneras.
De boca ancha
en bandolera,
trabucos de plomo
y yesca.
En el camino
de Villanueva
un réquiem de muerte
suena.
Un despertar rojo,
una refriega.
Estampidos de fuego
relampaguean...
Heridos los bandoleros
ruedan la cuesta,
caídos como amapolas
de grana intensa.
Entre las rocas
ríos se mezclan
de sangre hurtada,
pólvora y yerba...
En el camino
de Villanueva
un réquiem de muerte
suena.
Juan "Cicatriz",
Andrés de "Cuesta"
son subidos por soldados
a la carreta...
Antonio Pérez,
Francisco "el de la Tuerta"
son sacos a lomos
de grises recuas...
Hombres de campo,
hijos de siega,
hechos de monte,
la muerte a cuestas...
En el camino
de Villanueva
un réquiem de muerte
suena.
En la encrucijada
la comitiva aligera;
las herraduras destrozan
las duras piedras...
Los "ayes" suben
la carretera;
soleares gitanas
lloran la pena...
Los del lugar
en la taberna,
cuentan llorando
de los "Candelas"...
En el camino
de Villanueva
un réquiem de muerte
suena.
pio espejo