Veo el mar intranquilo y ansioso,
y percibo del Sol la directa mirada,
las aves me regalan su cantar grandioso,
y recibo del aire su brisa amada.
Todo luce normal pero diferente,
ya que es ilógico este dulce ambiente,
al reaccionar te diviso a ti enfrente,
ahí de pié con tus lágrimas ardientes.
Es lógico que necesites de mi compañía,
aunque desconoces los sentimientos en mí,
pero tú sólo piensas en tu triste día,
y yo sólo pienso cómo puedo acercarme a ti.
Yo hoy deseo saber quién eres,
porque me miraste vacía y sin ilusión,
yo quiero saber cuáles son mis deberes,
para que puedas sentir mi tierna comprensión.
Yo sólo te dije un "hola" suavemente,
y tu respuesta fue una lágrima de agonía,
y al ver tus ojos mirándome fijamente,
te obsequié el abrazo que tú te merecías.
Al abrazarte te sentí parte de mi cuerpo,
y pensaba en cómo aliviarte la tristeza,
te dije que el pasado ya es algo muerto,
y te dije "el futuro desde hoy empieza".
No podía creer lo que estaba sucediendo,
ni por qué el destino nos unió en ese lugar,
tú sólo fuiste porque estabas sufriendo,
y yo sólo fui a deleitarme con el mar.
Tu tristeza y mi comprensión se unieron,
indicando que algo nuevo había comenzado,
desde el momento que tus ojos me vieron,
hasta ahora en que estamos abrazados.
Hagámosle caso a nuestro aparente destino,
que hizo que nos pudiéramos encontrar,
comencemos a recorrer este nuevo camino,
comprobemos si nuestras almas se pueden amar.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
PoetaDeDios © Copyright-2002