Amor, es lo que tengo para entregarte,
que jamás otra persona pudo despertar,
Si pudiera comprenderme, sin suscitar
en ti tristeza, por mi forma extravagante.
En tu tierno corazón me diste un lugar,
entré en él, sin reparar en la posible condena,
cuanta ternura descubrí en tu persona,
y cuanto te amo y solo tú me puede juzgar,
¿Podré dejarte sin mancillar tu pureza?
Pues es tu amor es de valor cuantiosa.
Nuestra mutua dedicación es hermosa.
Yo también te profeso amor con entereza.
De no ser posible siempre mía, os doy libertad,
y emprenda tu vuelo en otro cielo sin veleidad.