En la redención de tus penas,
traza las lágrimas a tu cara.
Y tus pupilas se llenan,
de amor de aguas clara.
como fuente pura,generosa y buena.
Saber que bastante la quisistes,
¡Le regalastes un paraiso de amores!
Y solo un interés tuvistes,
de darle en vida un cielo de flores.
Nunca su pecho acobijo rencor,
Y la realidad te ha vaciado.
Un surco de dolor.
Sin ella,pero queda sembrado,
en ti,un gran amor.
Que solo será tu reflejo,
como luz de huellas y luceros.
Y aún en la gloria del sendero lejos,
habitará siempre en tus aleros,
en tu alma y en tus ojos.
SOL.