Te extraño porque te sé...tan hecha a mi medida
en cada regocijo de mis pares impetuosos,
Mujer!, entre signos de valores asombrosos
razón por la cual, me devuelves de a poco, la vida,
y en cada voz ausente, me devora el ostracismos
el inmenso vacilar de las horas en tu ausencia,
bastaría el acertijo de mirar tu consecuencia
reflejando mis antros, observándome en mi cinismo,
que a cada cual lo suyo, que el quererte en mis secretos,
en esas soledades donde nada me contiene,
supondría la deriva de tus halos que detienen
la locura de cederte mis mas puros intelectos,
y que gano y que pierdo! que someto en devolverte
el caudal de mis años, la intrepidez de mis palabras,
tal vez el extrañarte...quizás lo que me abras
te diga mis razones de entregarte hasta mi muerte,
y si te extraño porque te sé...mujer! en mis laberintos,
señora de mis presentes sin el temor a equivocarme,
que diera en tus crepúsculos que tu no puedas darme!
que sintieran mis remansos, que me haces tan distinto.