La línea del olvido
se vislumbra en el horizonte
de mi soledad, en el silencio
de las ruinas de mi cuerpo.
Ya no escucho las contracciones
de mi corazón,
ya no sueño infinitas imágenes,
ya no cantan los pájaros
en las mañanas para mí, no los oigo,
tal vez
porque tú no estas
y te has llevado todo contigo,
hasta las fuerzas
que me mantienen vivo.
Y es que vivir
es tener más que vida.
Y yo
sin ti no siento nada,
me vuelvo insensible,
absorto y taciturno,
porque siento que todo
eres tú.
Ahora eres mi lejanía,
la espera,
mi horizonte triste,
mi propia ausencia.
Vuelve...
Porque quiero vivir
más que la vida,
más que todo
pero contigo.