A la minúscula luz que apaga el día decaigo una vez más en la dulzura de tu mirada, mis manos aferradas a tu espalda temen la huida de tu cuerpo y el aguijón de mi ternura una vez más penetra tu pecho y trata de exprimir al máximo tu fértil corazón, que saqueado por tantos comenzales, temo que pueda secarse, me miro en el espejo de su ternura y disfruto tanto alimentarme de vos que quizá, quizá te duela y yo no le sepa, y no quiero dañarte, pero mi sed por tu amor es sofocante y te seco el alma, y no quiero, y sufro por ello......
Mi amor, serás capaz de entenderlo y perdonarme por ello ??