Existe un hilo invisible que levemente me separa de la realidad y la inexistencia, de la verdad y la mentira, del amor y el engaño, de la bondad y la maldad, de la cordura y la locura. Sangra mi alma al estar inestable sobre ese hilo invisible, que como un péndulo lentamente oscila de un lado a otro y yo tratando de mantener el equilibrio para no caer, sin poder divisar, si frente a mi, se encuentra la franqueza, el apego, la benignidad y la mesura. Cuando me siento rodeada de sombras perniciosas que deforman la autenticidad, por embuste, colocando piedras en el camino, mientras sangra mi alma, sin hallar una respuesta.
Horizontesazules
12/04/2019