Me he enamorado de ti,
así: tan naturalmente
como se respira el aire,
como se camina siempre,
como se pasan los días,
como habitas en mi mente:
a cada instante, en cualquier sitio,
de una forma permanente.
Me he enamorado de ti
sin darme cuenta siquiera
en qué momento preciso;
supongo que así lo quizo
nuestro destino latente
y me parece tan congruente
este quererte de repente,
como si ya te quisiera.
Me he enamorado de ti,
del brillo de tu cabello
y de la luz en tu mirada,
de lo bello de tu rostro
y tu voz aterciopelada,
del color de tu sonrisa
y de la frescura de brisa
que irradia tu sombra amada.
De la dulce melodía
que entretejen tus palabras,
de tus nobles sentimientos
y tu tez morena clara,
de tu auténtica belleza,
de tu bondad y tu calma;
¡me he enamorado de tí
y hoy quiero entregarte el alma!-
Eduardo Ritter Bonilla.