A Ti, Virgen María, que eres mi Madre,
que eres toda pureza, toda ternura
y eres la Predilecta Hija del Padre;
mira a este tu hijo que se aventura
a cantarte estas coplas aunque no cuadre
mi poema anta tanta, tanta dulzura
que de Ti se desborda. Haz que taladre
la mirada serena de tus ojuelos
y se inunde mi pecho de tu belleza
con el brillo celeste pleno de luz
cuando exponga a tus plantas mis desconsuelos
Y me llenes el alma de fortaleza
Al ponerme contigo junto a la Cruz.
P. Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)