Cerca a una copa de licor,
De quien persivo su aroma,
Y su nectar cristalino,
Que me invita con candor,
Con su encanto repentino,
Al que intento rechazar,
Y prefiero degustar,
Para internarlo en mi soma.
En un brindis que resuena,
En su música anunciando,
Al doblegar con firmeza,
Mi voz que se va entonando,
Con una alegría que esboza,
Y un regocijo que empieza,
A desbordar su faena,
con su hilaridad que reboza.
Esa diáfana y seguida copa,
Que me brindó su presencia,
y el elixir de un querer,
Con la gracia de tu ser,
Que me abraza...que me arropa,
y me impregnó de su escencia.
Con los afectos que lindan,
Cuando copa y trago brindan.
Me olvidé de las estrellas,
Tambien de mis aflicciones,
Y su figura transformó,
Mi añoranza.. en realidad,
Para enseñar mis pasiones,
Con impetu y fogosidad.
Y entre mis sueños dejó,
Sus recuerdos y sus huellas.
No necesito ser bruja, lo sabÃas?. No sabes como me llega esta poesia, y no pretendo explicarla, solo sé que te entiendo tanto que un poco mas y me pongo a llorar. Siempre logras hacer que mi alma sienta tu tristeza aunque ellas vengan escondidas. Si asà sentiste su presencia, sus huellas y sus recuerdos, esa magia infinita querrÃa que no despiertes, para asà sentirte felÃz y contento. Mi primer diez, ya la esperaba y creo que demoraste, no sé porqué... Es una hermosa poesia como todas las que compones. Bravo poeta ! Solecito