Soy nave en la mar de tu suave brisa,
en tu contemplación hay libertad,
en mi ser yermo germinas deidad,
unida veo, felicidad y sonrisa.
Con rectitud total amas sin prisa,
revelando encanto con serenidad,
en tu presencia recobro voluntad,
mientras observo tu carácter sumisa.
Anhelo fundir tu cuerpo con el mío,
o que mores en mi corazón vacio,
que de la penumbra va renaciendo
en la claridad de tus ojos mansos. Recorriendo tus beldades descanso,
nueva etapa contigo voy viviendo. Autor: Alcibíades Noceda Medina