Sobre la luna de plata me diste tu alma, en medio de la noche,
estrellada, iluminada.
Prendido quede de tus besos, cuando rosas los míos.
Prendido quede de tus palabras, al decirme te quiero.
Prendido quede de tu mirada, cuando me miras dulcemente.
Cada noche que pasa, nuestro amor se acrecienta.
Cada noche que pasa, los días se hacen eternos.
Prendido quede de tus besos, cuando rosas los míos.
Prendido quede de tus palabras, al decirme te quiero.
Prendido quede de tu mirada, cuando me miras dulcemente.
Me siento feliz de conocerte, agradecido nuevamente.
Me siento feliz de tenerte, de amarte eternamente.
Prendido quede de tus besos, cuando rosas los míos.
Prendido quede de tus palabras, al decirme te quiero.
Prendido quede de tu mirada, cuando me miras dulcemente.
Te conviertes en rosa de mi jardín enamorado.
Tu hermosura resalta de entre todas, porque
siento que te amo y desespero.
Te conviertes en rosa de mi jardín enamorado.
Y te confieso que:
Prendido quede de tus besos, cuando rosas los míos.
Prendido quede de tus palabras, al decirme te quiero.
Prendido quede de tu mirada, cuando me miras dulcemente.
Nando González