Soy culpable de querer reverdecer
la vida en un segundo,
paradigmas de ciertos
crepúsculos inactivos,
manto de piedad
obseno e iracundo,
lobos que a la estepa
le simulan sus colmillos.
Soy culpable de no haber cuidado
un mosaico de vagos interdictos,
valor de niño férreo
cubiertos con engaños,
quien sabe añoranza
si yo te hubiera dicho
las cuitas que callé
y se me fueron con los años!
Soy culpable de blasfemias
y gritarte tantas cosas.
que sabes disimular
entre hábitos de mendigo,
quien sabe si en su época
en cada una de sus rosas,
las huellas de mi sangre
pasearían sus castigos.
Soy culpable de juicios mal habidos
boulevares castos, verdes osamentas,
el pan de la verdad
los rasgos de la mentira,
quien sabe si merezco
que me quieran sin caretas,
desollando lo poco
que me rasguña cada ira!
Soy culpable de permitirme
ciertos absurdos,
tratando simular
las heridas consabidas,
quien sabe si la derecha
estaba llena de zurdos.
y en sus leales campiñas
se entregaron muchas vidas!
Soy culpable de haberte desconocido
sinuosa capa de mala ortografía,
velando tu muerte
sin el cuerpo a la vista,
quien sabe, que duda tengo
recorriendo tu geografía
al tacto de la nostalgia
sin epitafios que me embistan!
Soy culpable de tanta monotonía
cuero de nubes envuelto en azares,
piedra fundamental
que pega contra la cima,
quien sabe donde
me bañé de tantos males,
soy culpable y que?
si de juicios, me vistió la vida!