Tu estas a cuestas de mi cerviz,
marcando con llagas el cansancio de mi alma,
y vas de la mano con mi herida,
por los campos, verdes aún,…
sin mas que llanto.
Esas tardes frías
en que mordí el desconsuelo de tu rechazo,
me hicieron el hombre mas triste del mundo,
y después de todo, gracias a ti,
ahora comprendo, la estancia de fe
de los amores cercanos,
que me amarán sinceramente,
suspirando en mis manos.
Tu estarás, no muy lejos,
compartiendo sonrisas y abrazos,
con aquellos que nunca
te besaron por amor,
mientras yo, aun así…
estaré llorando tu dolor
VERSOS HUMANOS
EstertoR de AmoR
Marzo - 2010