Para Dios nunca es Nunca,
Para Dios siempre es Siempre.
Todo en Dios se consuma,
Pues es la misma Eternidad Presente.
Señor, cuando me muera,
En esa Eternidad,
¿Me dejarás entrar
Para en Ti hacerme Eterno como Ella?.
¡Llevo ya tantos años
Llamando y esperando
A que me abras sus Puertas
De par en par!.
¿Hasta cuándo, hasta cuándo
Vas a hacerme esperar?.
Señor, cuando te llame
Respóndeme ¡Presente!.
No te me calles.
Pues me muero por verte.
Pues me muero por verte:
¡Y Tú lo sabes!.
Señor, si tanto me amas,
Si también te urge verme,
Esta Espera tan larga
Ya ni un minuto más me la dilates.