Me levante muy de mañana,
como la diosa Eros,la de rosados dedos,
me vino a ver Apolo con los regalos de Zeus,
una mitra de oro, un carro alado.
Y una hermosa lira, que me deleitó
con su sonido celestial.
El dios estaba ofendido,
por lo que hacen los mortales,
En vuestras tierras mortales solo hay odio,
vedid a Grécia al Olimpo,allí donde
los dioses somos felices.
Oh! humanos desventurados.
A mi me ordenó Zeus que fuera a Delfos.
Y allí donde en pleno verano.
el dios vive rodeado del canto de ruiseñores,
allà donde las fuentes són cristalinas.
Allí el dios tuvo que matar un dragón.
Y desde el lugar cada año los
mortales celebraban el canto del peán,
himno al dios Apolo.
Este monstruo surgido de la tierra.
Que el dios mató, y después se purificó,
o dioses del Olimpo que en Delfos hiciste
que Pítia nos diese el oráculo,
haz que los hombres seamos mejores.
Y que cada ocho años depués
de estos hechos en tus lindas moradas
los mortales festejamos las lindas
Olimpiadas, en honor a Apolo, dios de la lira.
.Carmina.
.3/10/2007.