Por la senda que lleva al monte del olvido,
arrastras tu agonía cual cansado viejo,
detenida en el tiempo quedaste sola y triste
bordeada por los yuyos que encierran tus secretos.
Ya no hay risas, ni llantos, ni música, ni alientos,
tampoco niños que te adornen con cánticos ni juegos,
solamente por fieles, arrullan tus noches,
con lánguidas promesas los sapos cancioneros.
Yo conozco de ti hasta lo mas profundo,
fuiste nido de este pájaro, que ya levanto vuelo,
refugio de mi Madre con sus ojos gastados,
narrando esas historias que cuentan los abuelos.
No alcanza mi poesía, ni puedo describirte,
mi corazón se rompe cual grieta de tu tierra,
se queda en los caminos de nuestros sentimientos
jugando a la escondida con luces de luciérnagas.
En las viejas hamacas con anudadas sogas
que no podrán borrarse del tronco de la higuera,
tu serás para siempre por mas que no te vea,
baúl de mis recuerdos, eterna casa vieja. ALMAVIVA
.