Con las ultimas lágrimas de mi recuerdo
trocaste insensible mi alevosía,
sin afecto alguno, quieto y lerdo,
solamente inspiraste cruel mi poesía.
Y de tu perfil al cimiento y la cornisa
atrápame en tus brazos por piedad,
en un salto, de susto a pena, sin prisa,
di que es ¡Dolor! y que es verdad.
Porque hay besos inertes y de antifaz
cosechados en promesas refutables,
recortados en la humedad de tus umbrales
como ya al morir la estrella fugaz.
Atrápame sobre tu augurio, sobre tu paz
y en tus bermejos días, matinales,
unta la vida en una y con gesto vivaz
dime el porque de tu ramo de males.
VERSOS HUMANOS
EstertoR de AmoR
Mayo - 2010