El poeta se enfrentó a sí mismo con sus versos,
y pudo ver delante de si a todos sus temores.
Se escuchaban los pasos, de su vida apresurada,
y el alma se apagaba, entre letras arrugadas.
Allí estaban sus victorias, convertidas en derrotas.
En aquel jardín de flores, sin rocíos del mañana.
Escuchaba las voces del silencio adormecido,
mientras sus ojos dormían en una nube blanca.
La última batalla del poeta, fue como dormir al beso,
muriendo de nostalgias, ahogándose en la nada.
Pero todo era desierto, sin dulces miradas,
su corazón de gigante, latía sin palabras.
La última batalla del poeta, es cruda mancha,
que en un estruendo lleva, la grácil esperanza.
Las piernas no obedecen, a la orden de seguir,
todo está dormido, es tiempo de amar o morir…
Después de lidiar en su última batalla franca,
el poeta se tragó sus lagrimas de esperanza.
Todo estaba mustio, los poemas endiablados,
En un papel quedaron, mientras la muerte lo atrapaba.
AUTOR: IVAN CARRASCO AKIYAMA /PSEUDÓNIMO D_Amadore