PARAÍSOS PERDIDOS

Oscuros niños sin luces ni sombras nocturnas

bajo lóbregas farolas dormitan en las aldabas.

Influjo somnoliento de pesares que se anclan,

alucinación de asfixia en bolsas plásticas.

 La ingeniosa trampa de la viruta y la pasta

destruye la armonía racional,

alocada inocencia camina al último respiro del Paco

o tal vez al faso barato de la marihuana

donde el humo ignora la admisión de la falacia.

Desde el antes de ser paridos perdieron sus estrellas,

regados con causticas promesas de invisibles aulas.

El artero gatillo apunta al designio paria

ahogado en olas iracundas de impotencia.

 La estadística maquiavélica enumera la brevedad de la resta,

algún pulmón sobrevive en la circulación del aire

pero qué más da la palabra que agoniza en la duda

o la certeza de la muerte negra imbuida en la fórmula.

Sobre cartones fríos en luctuosas estaciones férreas

lucen los spot rostros de oblicuas sonrisas que disputan

el retorno de la cínica perorata, heraldos de ampulosa lengua

relatarán obsequios de vidrios y plásticas miniaturas,

regalos de aguas potables, cloacas higiénicas y garrafas llenas.

La promesa del urbanismo mendaz explota al pobrerío analfabeto,

táctica y estrategia programada, el plan perfecto

que con soga arrastrará diminutos esqueletos lamiendo cadáveres,

fenecer de inanición en la ausencia de la miga,

pútridos gusanos carnívoros deglutiendo con gula carne magra.

La viva actualidad no parará de fomentar el usufructo del narco

hasta que los cavernícolas enriquecidos implosionen de vergüenza.

y sobre la argucia indiferente goteen el último oropel de tierra magna,

el mazazo justo quiebre la inútil ruindad del servilismo que no educa,

y en una danza de guerra, ya vencidos, devuelvan los paraísos perdidos.

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