Se pueden estrujar, aliagas con las manos
Y no correrá la sangre, riendo entre los dedos
Si sabes respirar, el aire con enredos
Y te pones de pie, en lugar de estar sentado.
Saber amedrentar, el sentido de lo dado
Reír por no llorar, sin llorar ni haber reído,
Sentir que al caminar, no has estado dormido,
Y al fin siempre acabar, sabiendo que has soñado.
Arrima el hombro fuerte, junto a la pared de al lado
Y piensa que los muros, se erigen con el alma
Transforma ruido en silencio, y piensa entre la calma,
Que una mano con otra, son mucho más que manos...
Que el cariño por decreto, no es la cordura de locos
Ni tampoco los silencios, siempre se matan a gritos,
Piensa que a veces la calma, puede alcanzarse con ruido,
Y que ofrecer los sentidos, siempre ha de saberte a poco...
M.Orero (c)