Él había sido mi vida, mi gran amor,
La única verdadera ilusión que abrigó mi corazón.
Él había sido mi sueño vuelto realidad.
Pero un día sin querer, de ese sueño desperté,
Él ya no me quería, ya nada por mi sentía
Me alejé de su vida, lo dejé su camino continuar.
Muchas lágrimas, muchas noches sin dormir,
Muchos días de soledad, muchos reproches que callar.
Y en todo ese tiempo no me lo había vuelto a cruzar,
Creí que lo había olvidado, que el dolor había terminado
Era una mañana gris, yo me iba sin decir adiós,
Era tiempo de mis alas desplegar, quería volar
Y la promesa de una nueva vida me esperaba en otro lugar.
El reloj anunció la hora de partir, ya iba a subir al avión
Y entonces lo vi venir, con paso seguro se acercaba a mí
Yo me quedé parada, no lograba decir nada,
No se por que, simplemente fue, tal vez, por la sorpresa
De verlo llegar, parecía un sueño vuelto realidad.
Cuando estuvo frente a mi me dijo que se quería despedir,
Que al enterarse de que yo iba a partir, quiso decir adiós
Yo no entendía por que, después d tanto tiempo sin hablar,
Ahora se quería despedir, sentí que esa no era la verdadera razón
Que algo más quería decir, entonces lo miré y le contesté
Que hacia tiempo nos habíamos dicho adiós
Que nada más quedaba por decir y era tiempo de partir
Sonrió y me dijo, tal vez es verdad, pero no puedo dejar
Que te vayas sin antes una sola pregunta contestar
Me tomo de las manos y ese solo contacto
Hizo estremecer mi corazón, fue una rara sensación
Sin querer, sin entender, ya no me quería ir, no se por que
Me miró a los ojos y yo lo sentí en mi interior
¿Alguna vez me odiaste? Me dijo con un hilo de voz,
Mi corazón se aceleró y de repente sentí un nudo en mi voz
Cerré los ojos y respiré, entonces me serené, lo miré
Y las palabras salieron sin querer, sin que las pudiera retener
Nunca logré dar ese paso, le dije y me solté.
Sonreí y dije adiós, él nada contestó, me di vuelta
Y me alejé, no volví la vista y por eso no pude ver
Que mientras los labios apretaba, una lágrima escapaba
De sus ojos, yo también lloré, pero nunca regresé