Somos el germen de valores creado,
principio y fin de aquello permitido,
imagen de lo bueno concebido,
escudo contra el mal catalogado.
Somos emblema de virtud logrado,
el sublime amor constante y querido,
la firme base de lo construido,
el caro anhelo por fin alcanzado.
Somos lo bueno que se nos ha dado,
una luz que brilla en todo sentido,
un ideal que soñamos adorado,
una fuerza que a todo ha resistido...
¿Por qué de esto nos hemos apartado?
¿El camino, acaso, lo hemos torcido?
Somos lo definido:
valores, fuerza, talento, sentido...
principio y fin de aquello permitido.
Martín Fuentes Castillo.