Hay momentos en mi vida,
en que casi sin pensar,
uno suavemente mis manos
y los siento alli.
Son tan pequeños.
Los aprisiono casi con miedo,
de que pretendan escaparse,
sutilmente entre mis dedos.
Adenas , no quisiera dañarlos.
No deseo ,que se desorienten
y tiendan a extraviarse.
No fundamentan mi existencia,
pero a veces,recurro a ellos,
para alimentar mi subsistencia.
No dominan mi moral,
pero en algunos instantes,
condicionan mis acciones y gestos.
Hay circunstancias en que deseo liberarme,
pero luego me abstraigo en recorrerlos.
No pueden decirlo,
ni tampoco ocultarlo todo,
pero pueden desencadenar,
una tormenta de sesaciones.
En ocasiones me internan ,
en territorios de ficción maravillosa,
en otras, crueles e inhumanos,
me confunden o fascinan.
Evidentemente:
Son solo fragmentos de mi vida.
Apenas un puñado de recuerdos.